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  • Seg n Patricia Fagen en

    2019-05-28

    Según Patricia Fagen, en su estudio clásico sobre el exilio español, “un numero sorprendente de jóvenes participaron en el Movimiento 1959 y muchos más hubieran participado si hubiesen creído que había algo significativo con lo que hubieran podido contribuir”. El espíritu de ruptura con las disputas entre los exiliados y la feroz crítica nebivolol hcl la generación anterior dificultaron la obtención de apoyos por parte de los partidos tradicionales en el exilio. Recuerda Antonio Martín-Lunas:
    Durante todo 1959 continuaron las actividades del grupo con un nuevo punto álgido en diciembre con las protestas por la visita oficial del presidente Eisenhower a Franco. Se trató de la primera gran acción organizada por el me/59. Ésta consistió en una espectacular manifestación que se rea lizó al modo de un desfile fúnebre. Elena Aub señala cómo: Esta manifestación se organizó con un extremo cuidado para evitar herir las sensibilidades tanto de las autoridades mexicanas como de los representantes diplomáticos estadounidenses. Pretendían dejar claro que se protestaba contra el reconocimiento de Franco y no se pretendía insultar ni a Eisenhower ni a Estados Unidos. Los organizadores eran conscientes de que, si no se faltaba al orden, podría incluso contar con el apoyo de las autoridades mexicanas. En ese sentido, los miembros del me/59 se esforzaron por dejar patente que esta manifestación representaba un apoyo explícito a la política exterior mexicana, siempre firme en su posición antifranquista. Finalmente, la manifestación se celebró con gran éxito de asistencia. En los días siguientes, los principales periódicos mexicanos reflejaron en sus páginas alguna información al respecto. El triunfo de esta iniciativa movió a uno de los más representativos intelectuales del exilio, Max Aub —cuya hija Elena era una activa militante de este grupo— a definir al me/59 con las siguientes palabras: No obstante, a pesar de los esfuerzos por agradar a las autoridades mexicanas, las actividades que venían desarrollando pronto llamaron su atención. El caso del Movimiento Español 1959 nos permite poner de relieve una realidad muy diferente de la que tradicionalmente se ha venido planteando en cuanto a appendicular skeleton la idílica relación de las autoridades del régimen priista con el exilio republicano español. Una nueva realidad en la que podemos comprobar cómo los servicios de espionaje mexicanos se afanaron por mantener bajo control las actividades desarrolladas por estos jóvenes republicanos españoles. Se muestra cómo el seguimiento y la infiltración en los grupos españoles fue una constante para los servicios secretos mexicanos. La Dirección Federal de Seguridad (dfs) era la agencia dependiente de la Secretaría de Gobernación encargada de recabar información de actividades subversivas o terroristas en territorio mexicano. Entre 1962 y 1977, la dfs elaboró más de 60 informes con los movimientos de los asilados españoles, en los que se recababa todo tipo de información. Dónde realizaban sus reuniones, de qué se hablaba, quiénes acudían, qué propaganda nebivolol hcl manejaban, etc. La realidad distaba bastante de aquella imagen que trataba de proyectar el gobierno mexicano como un país de asilo para todos los refugiados del mundo. Las relaciones de los miembros del me/59 con el régimen revolucionario cubano parecían preocupar especialmente a la dfs y en sus informes se ponía especial interés en demostrar dichos lazos. En ellos se documenta la existencia de numerosos contactos directos con el gobierno cubano y su embajada en México. El primer secretario general, Jomi García Ascot se trasladaría a vivir a Cuba a finales de julio de 1959 para trabajar en el recién creado Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos. Allí establecería relaciones con las nuevas autoridades cubanas y los grupos de exiliados residentes en la isla. El apoyo de la embajada cubana en México al me/59 fue evidente en todo momento, llegando incluso a colaborar económicamente en algunas de sus actividades.